Testimonio de Marie-Pierre: “Mientras hacía esta meditación y mientras caminaba por el bosque cerca del pueblo donde vivo, recibí un regalo magnífico. Un venado apareció unos metros frente a mí (aunque son muy raros en mi región).
No tenía miedo en absoluto, me miró y luego siguió su camino. Iba acompañado de una cierva.
Sentí como un gran agradecimiento de los reinos de la naturaleza hacia todas las personas que envian luz para la Tierra, y como un magnífico presagio para la Tierra y para la humanidad”.